Os imaginais lo que es arriesgar la propia vida por unas mejores condiciones que a veces puede que ni las consigan? Los inmigrantes la arriesgan la mayor parte de sus vidas. Ibrahima cuando tuvo que emigrar a otro país, pensais que le fue fácil? Nada de eso y lo peor de todo fue cuando tuvo que cruzar la frontera. En plena noche, con cuidado de que la mafia y la policía marroquí o la guardia civil y el ejército español no lo descubrieran, esperando al mínino descuido y con la misma pregunta durante todo el peligroso viaje: ''saldrá bien?''.
Esta es la historia de Ibrahima, un africano de Bambilor (Sénegal), un chico muy cualificado, que sabe varios idiomas y está licenciado en arquitectura. Él ha decidido marcharse de su país con rumbo a España, en busca de trabajo para poder mantener a su familia, y también realizar todos sus proyectos, como una casa para su futura esposa e hijo y a poder ser, unas mejores condiciones. Y aunque será dura la partida y le cueste mucho despedirse de los suyos tiene que hacerlo ya que sin este viaje Ibrahima no podría ni soñar con todos los planes que tiene en mente.
Gracias a Birame, su hermano, Ibrahima va a poder realizar este viaje, porque él le ha estado mandando una importante suma de dinero para que pueda pagar a las mafias y hacer el viaje.
El hermano de Ibrahima se fue de su país gracias a una beca de la universidad de Moscú y ahora esta en una de Barcelona trabajando en una tésis sobre tratamiento de aguas residuales. Birame también lo tuvo difícil aunque no tanto como su hermano. El tenía papeles y toda la documentación necesaria para emigrar a España, ya que su beca se los pudo proporcionar pero su hermano no tuvo tanta suerte, no tenía papeles y no tuvo más remedio que emigrar ilegalmente.
Para emigrar se precisa del pasaporte, el documento que acredita la identidad y nacionalidad de los ciudadanos; un visado, condiciones de estancia, buena salud, étc. Tambien se precisa del empadronamiento, la prueba de que una persona vive o reside habitualmente en un municipio. Este documento acredita el tiempo de permanencia en territorio español y para poder iniciar una actividad laboral se necesita que lo incluyan en un régimen de Seguridad Social y que le asignen un número de afiliación.
Estos dos últimos eran los papeles que le faltaban a Ibrahima y por eso él era ilegal mientras que su hermano tenía todos los papeles en regla y por lo tanto él emigró legalmente.
La ruta que siguió Ibrahima fue la Subsahariana. Él partió desde Bambilor (Sénegal), siguió por Mauritania y Algeria pasando por Casablanca en Marruecos. Y a partir de ahí comenzó su arriesgado viaje, la barrera que tiene que atravesar y la cual a decidido acerlo por tierra,aunque se pueda hacer por mar, se encuentra entre las montañas que separa Marruecos de España, en Ceuta. Tiene más de 8 kilómetros de frontera por delante y se encuentran a un lado la policía y los bandidos marroquíes y al otro la guardia civil y el ejército español. Tiene que esconderse, agazapado entre la maleza como si fuera un delincuente, en silencio, esperando que anochezca y con cuidado de que no lo descubran.
Ha sido duro pero ha conseguido saltar la frontera y seguir sin problemas, ahora tendrá que coger un barco hacia Algéciras, en España.
Antes para acceder a las costas del sur de España, desde las costas de Marruecos y el Sáhara Occidental, sea a través del Estrecho de Gibraltar o el Mar Mediterráneo, para llegar a Murcia o Andalucía, o bien del océano Atlántico, para llegar a las islas Canarias utilizaban las pateras que son pequeñas embarcaciones de fondo plano en los que viajaban grupos de inmigrantes. Aunque ahora es menos habitual debido al estricto control que tiene y por lo tanto el riesgo que supone.
Para Ibrahima lo peor ya ha pasado, ahora solo le quedan 16 largas horas de viaje en autobús hasta Barcelona, donde le espera su hermano y una nueva vida.
De ahora en adelante los planes de Ibrahima solo él los sabe y su futuro solo el tiempo lo decidirá. Aún así, existen unos centros de acogida temporales para inmigrantes (CEAIN). Allí se prestan unos servicios para ayudar a los inmigrantes: alojamiento, manutención (comidas y aseo), trabajo social, asesoramiento, búsqueda de empleo, apoyo psicológico y asistencia sanitaria. Unos servicios mínimos que en muchas ocasiones sirven de gran ayuda.
Ya veis, a los demás no les importa que seas un inmigrante cualificado, no tengas papeles o que te mueras de hambre, así que lo único que te queda es valerte por ti mismo y no perder nunca la esperanza.
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